Consejos prácticos para preparar tu piel y cabello ante los cambios del otoño y mantenerlos saludables
La llegada del otoño no sólo implica un cambio en la temperatura y en el paisaje, sino también en la forma en que nuestra piel y nuestro cabello reaccionan después del verano. Las altas temperaturas, el sol e incluso el agua de la piscina o del mar pueden dejar la piel más seca y el cabello más frágil.
Por eso, septiembre es el momento ideal para establecer una nueva rutina de cuidado que nos ayude a afrontar la estación con salud y vitalidad.
Cuidado de la Piel: Hidratación, renovación y protección
1. Hidratación profunda
Durante el verano, la piel puede deshidratarse fácilmente. En otoño es necesario aportar una hidratación más intensa:
Sérums con ácido hialurónico: retienen la humedad en capas profundas.
Cremas con emolientes (glicerina, ceramidas): refuerzan la barrera cutánea.
Aceites naturales (rosa mosqueta, argán): restauran la elasticidad y la suavidad.
2. Exfoliación suave
Las bajadas de temperatura pueden provocar sequedad y descamación. Una exfoliación leve, una o dos veces por semana, ayuda a eliminar células muertas y mejorar la absorción de los productos hidratantes.
3. Protección solar todo el año
Aunque el sol no sea tan intenso, los rayos UV siguen afectando a la piel. Mantiene el uso diario de protector solar, también en días nublados.
Cuidado del cabello: Prevenir la caída y recuperar brillo
1. Tratamientos anti-caída
La caída estacional es habitual en otoño. Para minimizarla:
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Utiliza champús fortificantes y anti-caída con biotina o nutrientes similares.
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Masajea el cuero cabelludo al aplicar el champú o lociones: activa la circulación y favorece el crecimiento saludable.
2. Hidratación y reparación
Después del verano, el cabello necesita nutrición extra:
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Máscaras de hidratación profunda (aceite de argán, mantequilla de karité).
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Aceites reparadores (coco, argán) para recuperar el brillo.
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Acondicionadores sin aclarado para mantener la hidratación durante el día.
Consejos generales: Salud desde el interior
Hidratación interna: bebe suficiente agua e incorpora antioxidantes y omega-3 en la dieta (frutos rojos, pescado azul, nueces, semillas).
Controla el estrés: la relajación y la meditación pueden ayudar a reducir problemas cutáneos y la caída del cabello.
Consulta con especialistas: frente a cambios importantes en la piel o el cabello, el dermatólogo o tricólogo puede recomendar tratamientos específicos.
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